Se enroló en el ejército Alemán, donde debido al valor y audacia demostrados fue ascendido a cabo. Hitler debió ser un soldado extremadamente valiente y con sumo afán de lucha, que se ofrecía a realizar misiones peligrosas como el llevar mensajes entre trincheras o cuarteles, al grado que llegó a ganarse una cruz de hierro. Se dice que en la unidad en que entró al comienzo de la guerra, eran 3500 efectivos, mientras que unas semanas después solo quedaban 600.
1916, a pesar de ser muy habilidoso en el campo de batallar, cae herido a causa de un disparo en la pierna. Sin embargo, pronto se restablece y tras pasar el invierno reponiéndose de su herida, vuelve al frente con gran júbilo.
Luego en 1918, tras un ataque por gas mostaza, cae nuevamente herido; "gaseado" según su cartilla militar.Es ingresado entonces en el hospital Passewalk y recibe le funesta noticia del fin de la Gran Guerra que trae como consecuencia la caída del imperio Austro-Húngaro y la humillante derrota de su admirada Alemania.