Hitler, con aspecto acabado y enfermo en los últimos días de su vida. Se dice que había desarrollado el mal de Parkinson y le temblaba mucho la mano. Muere el 30 de Abril de 1945.
Hitler, llamado en esa época, El Fürher poco a poco ve como toda posibilidad de llevar adelante su sueño comienza a venirse a bajo.
Cada vez se lo veía más decaído, le temblaba la mano a causa del mal de parkinson y su salud es bastante precaria. Poco a poco la gente en quien confía, incluidos sus generales comienzan a darse cuenta de que el Führer ya no está bien de salud, al optar por medidas con poca base para ganar la guerra.
Ante el avance Ruso y Aliado, Hitler se esconde en su bunker junto su perro y Eva Braun, la mujer que lo seguiría hasta el final con fe ciega y amor incondicional.
Derrotado y traicionado por la casi totalidad de sus colaboradores, Hitler se encuentra en su Bunker en espera del final. Ahí dentro se casa con Eva Braun y al siguiente día, ambos toman una cápsula de veneno y Hitler se dispara un tiro en la cabeza y sus cuerpos son quemados para que no puedan reconocerse. Goebbels, su esposa optan por asesinar a sus hijos y suicidarse después siguiendo su ejemplo.
Es así como terminó el sueño del Tercer Reich, el sueño de que una raza superior dominara la tierra y la librara de las razas inferiores y diferentes. Arrastró a su nación a la ruina y la destrucción, así como al mundo entero al mayor conflicto bélico que ha vivido la humanidad que cobro más de 50 millones de víctimas y dejó el ejemplo de la violencia y la intolerancia como medio de llegar al poder sin que nadie se le opusiera seriamente.
La violencia a la que sometió a los Judíos será siempre recordado como la época en el que el mal casi triunfa en el mundo.